Hay decisiones que parecen logísticas, pero son estratégicas. Cambiar de oficina, expandirse a otro país, rediseñar un muro o elegir la textura de una mesa. Todo eso comunica, todo eso construye marca. Y este año, en GoodRabbit, elegimos hacer ese ejercicio en serio: vestir nuestros espacios de trabajo con la misma claridad y consistencia con la que diseñamos nuestras soluciones.
Hola, Lima: Somos GoodRabbit
La apertura de nuestra sede en Lima marcó un punto de inflexión. Por primera vez, GoodRabbit dejó de ser solo una marca en presentaciones y se convirtió en un lugar. Las ideas, los colores y la energía que nos definían tomaron forma en muros, texturas y luz. Fue el momento en que el branding se volvió espacio, y el espacio empezó a hablar el lenguaje de nuestra marca. No fue solo abrir una oficina, fue darle cuerpo a GoodRabbit.
Lima fue el punto de partida. Ahí entendimos que el diseño no termina en una interfaz ni en un logotipo, sino en cómo se habita un lugar. Cada decisión fue una forma de expresar cómo entendemos el trabajo: con foco, con criterio y con coherencia. Desde ahí, todo lo demás empezó a tomar forma.
Santiago crece, y nosotros también
Nuestra sede en Santiago se agrandó, pero no fue sólo “más metros cuadrados”. Fue una oportunidad para hacer visible una lógica que venimos trabajando hace tiempo: la estética es parte del negocio. Organizamos el espacio para conversaciones profundas, lugares de concentración y trabajo colaborativo. Más luz, más presencia de nuestra identidad visual, más espacio para que las ideas circulen. La oficina tiene que ayudar a trabajar mejor.
La consistencia importa
La web, nuestras soluciones, las presentaciones, las redes, las reuniones, las fotos, la oficina… todo debe hablar el mismo idioma. No por obsesión estética (aunque, sí, también), sino porque la consistencia genera confianza. Y la confianza es el motor silencioso que sostiene una marca en el tiempo.
Para una empresa que ayuda a otras a valorar su tiempo, la coherencia también se expresa en cómo valoramos el nuestro: espacios pensados para concentrarse, planificar y construir, sin caos, sin ruido y sin improvisaciones disfrazadas de creatividad.
Esto no es solo un upgrade de oficina, es una declaración de cómo queremos trabajar y crecer: con intención, con identidad y con consistencia.
Bienvenido GoodRabbit.
La misma marca, en todos lados. Como debe ser.
Proyecto arquitectónico desarrollado junto a desdecero_arquitectura
